"Señor: Dame una buena digestión y naturalmente alguna cosa que digerir. Dame la salud del cuerpo con el buen humor necesario para mantenerla. Dame un alma sana, Señor, que tenga siempre ante los ojos lo que es bueno y puro, de manera que frente al pecado no me escandalice, sino que sepa encontrar la forma de ponerle remedio. Dame un alma que no conozca el aburrimiento, los refunfuños, los suspiros y los lamentos y no permitas que me tome demasiado en serio esa cosa tan invasora que se llama "yo". Dame el sentido del humorismo, dame el don de saber reír de un chiste, a fin de que sepa traer un poco de alegría a la vida y hacer partícipes a los otros. Amén". Santo Tomás Moro
The Bells of Easter, Part 1: The Golden Bells of the High Priest - Guest
Article by Robert Keim
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Onec again, we are grateful to Mr Robert Keim for sharing some of his
writing with us, this time in a two part article on the subject of the
liturgical use...
Hace 4 horas
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